No se conoce mejor recurso para reducir un incendio que llamar a lo bomberos, agente especializada en apagar los siniestros y a muy pocos, pues los hay algunos, en llevar más leña a la hoguera.

Una imprudente acción ocurrida alrededor del tenso conflicto comunitario que existe en Islay entre opositores a la explotación minera de Tía María y la empresa Southern, ha tenido un final que empeora las diferenciasy dificulta soluciones.

Lo más grave es que habian bomberos a la vista, que ya habian logrado conseguir el abrir diálogos entre sordos, con la acción de gobierno que ahora está suspendida al borde de un paro que debe iniciarse el lunes entrante y que afectará no sólo al valle de Tambo, sino al quehacer general de la región Arequipa.

A faltado buen criterio en asunto que debiera haberse manejado con pinzas, pues no se puede dejar de reconocer que la sociedad civil de Islay, no ha encontrado solución viable a la diferencia existente sobre su oposición al uso del recurso agua y a la contaminación ambiental que daña la agricultura, a propósito de la explotación de la mina.

Es requisito indispensable diálogar sobre el cuestionado asunto, y no se puede lograr éxito cuando se alteran las condiciones con acciones que pueden ser estimadas oportunas en otro momento, pero no justo cuando eran inconvenientes.

El Gobierno Regional de Arequipa, ha sido un constante actor en el afán de acercamiento y de conversación entre partes para escuchar, explicaciones y aportes de quienes tienen diferentes puntos de vista sobre el tema de Tía María.

Las respuestas logradas eran positivas, pero ahora están rotas, pues el Gobierno ha suspendido los tratos, luego de que en Deán Valdivia un sector de población rechazara donación de Southern en favor de agricultura del lugar.

Falló la oportunidad, y la prudencia, y no sabemos, exactamente, quien tuvo mayor culpa en el desencuentro, pero sí, que la decisión del Gobierno de suspender todo trato con la sociedad civil representada, tampoco ha sido un acierto. Falta dialogar y es eso lo que queda por hacer.

Un paro en Islay es un riesgo muy grande y muy grave. La forma de evitarlo es ser generosos en escuchar, y en buscar solución, pues todo problema lo tiene y más entre peruanos.

EDITORIAL DIARIO EL PUEBLO