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FE Y FOLKLORE EN LAS ALTURAS

Publicado: 2013-02-20

La Fiesta de la Virgen de la Candelaria de Puno

La Virgen de la Candelaria es una de las advocaciones más antiguas de la Madre de Dios. Desde el siglo quince aproximadamente es considerada como la Patrona de la ciudad de Puno. Esta Virgen está asociada a la Pachamama (culto a la tierra), al lago Titicaca, las minas y al trueno; además de simbolizar, la pureza y la fertilidad. En ella convergen también las esperanzas de los desvalidos y la tenaz fe de los creyentes.

La Festividad de la Virgen de la Candelaria de Puno se celebra en el mes de febrero, pero los preparativos y primeras actividades se inician hasta tres meses antes. En esta fiesta sin igual, la ciudad entera se une en regocijo y en un mar de colores, mística y danzas, ante un mudo y majestuoso testigo el Lago Titicaca.

LA FIESTA CENTRAL

La parte central se realiza entre el primero y el quince de febrero en que se congregan danzarines y músicos de toda la región, así como miles de devotos locales y visitantes que llegan hasta el Santuario de la Virgen y le elevan sus mejores oraciones para luego bailar en su honor y generar la admiración de propios y extraños.

En los meses previos los conjuntos folklóricos efectúan sus misas y entradas como inicio de actividades, luego sus ensayos donde preparan coreografías para los concursos que se efectúan en el estadio “Torres Belón”.

En la parte religiosa, en la madrugada del primero de febrero, él alferado y sus invitados acompañados de una banda de músicos suben a la cima del cerro Azoguini donde se degusta ponches y se hace detonar bombardas en honor a la Virgen, esta actividad se llama “salva de 21 camaretazos”. En horas de la tarde se efectúa la “Entrada de K’apos” que consiste en el ingreso de delegaciones de comunidades con animales de carga que transportan hierbas y leña que luego serán quemadas en el Parque Pino. Casi al filo de la noche del mismo día, los alferados y sus invitados participan de la “Entrada de Ceras”, una suerte de procesión en que las personas llevan una cera encendida que luego será depositada a los pies de la Virgen tras escuchar la misa de vísperas. A continuación se realiza la quema de figuras y castillos de fuegos artificiales, mientras los conjuntos folklóricos realizan un pasacalle a manera de saludo a la santa patrona.

El dos de febrero es el día central, desde hace unos cinco años la misa de fiesta se efectúa en la plaza de armas con asistencia multitudinaria de la población; después la solemne procesión se desarrolla por las principales arterias de la ciudad la imagen de la Virgen de la Candelaria pasea sobre alfombras de flores en tanto es bañada por lluvias de rosas desde los balcones y ventanas.

Durante estos días las danzas autóctonas son las que rinden homenaje a la Virgen con sus hermosos atuendos, música nativa y coreografías especiales.

LA FIESTA DE LA OCTAVA

Esta parte de la festividad tiene atractivos adicionales como las bandas de músicos con instrumentos de bronce, cuya recepción, la noche del viernes, se ha constituido en una fiesta más dentro de cada conjunto. Las albas al amanecer del sábado se han convertido en otro espectáculo multicolor, los conjuntos asisten con vestimentas especiales y sus bandas de músicos ofrecen conciertos espectaculares al aire libre, para luego disfrutar de las atenciones de los “alferados de albas” que ofrecen abundantes bebidas y suculentos platos como el “fricasé”, el thimpo de cordero y otros.

En horas de la tarde también hay entrada de k’apos y vísperas, pero la efervescencia de la fiesta llega al día siguiente, el domingo, con el impresionante concurso en el estadio y el lunes con la gran veneración o parada folklórica donde diablos, morenos, cholas, chinas, ángeles, virreyes y una gran variedad de figuras danzan en los ochenta conjuntos que representan a los distintos barrios de la ciudad lacustre.

LOS GANADORES DEL AÑO

Este año, el conjunto ganador absoluto del concurso fue la Diablada Bellavista, el mismo que está cumpliendo sus “bodas de oro” de fundación. Y no es la primera vez que gana gracias a un despliegue inigualable de sus integrantes y una coreografía preparada y ensayada con gran anticipación.

Otros conjuntos que destacaron fueron la Diablada Centinelas del Altiplano, la Diablada Amigos de la PNP y las Morenadas Laykakota, Orkapata y Bellavista. También tuvieron una gran actuación los Caporales Huascar y los Caporales Centralistas. Mención aparte merecen los Sikuris del Barrio Mañazo y los Sicuris Juventud Obrera que ocuparon los lugares nueve y diez respectivamente.

La fiesta termina con los “Cacharparis”, misas de despedida y recepciones donde se eligen a los nuevos directivos y alferados para el próximo año. Estos agasajos son animados, además de las bandas de músicos, por los grupos, orquestas y artistas más famosos de la región, el país e incluso desde Bolivia.

SEPA MÁS

Alferado es el nombre que recibe el devoto que se encarga de organizar la fiesta. Asume los gastos de las actividades religiosas y la atención de los invitados.


Escrito por

Frente Chachani

Periodista independiente


Publicado en

Misti Digital

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